El orden básico del amor


La constelación familiar es un movimiento que se adentra en otros campos. En el inicio de la constelación familiar nos concentramos plenamente en la familia.
O sea en la familia actual del hombre y la mujer y los niños, y en las parejas
anteriores, que tal vez forman parte de la familia, y en la familia de origen, en
nuestros padres y en nuestros hermanos. Este es un foco relativamente
estrecho. 

Entonces vimos que el amor sigue a distintos órdenes, órdenes muy
importantes. Los dos órdenes básicos de los cuales fundamentalmente depende son:
Cualquiera que forma parte, independientemente de la manera, tiene el mismo
derecho a pertenecer. Ahora, sucede en muchas familias que determinadas
personas resultan excluidas, sobre todo los niños abortados, o lo niños
entregados en adopción, o parejas anteriores que nosotros rechazamos y con
quienes no queremos tener nada que ver.
También ellos son parte de la familia, siempre. Siempre que alguien queda excluido esto tiene repercusiones en toda la familia.
Sobre todo por el hecho de que los excluidos serán representados por otros
miembros de la familia. Por ejemplo, por niños.
Por ejemplo, los padres se ocupan de modo cariñoso de una hija, y ella está
siempre enojada con su padre y éste no sabe por qué. En la constelación sale
a la luz que ella representaba a una mujer anterior que el padre había
rechazado.
Entonces recién cuando esa mujer es incluida con respeto, la hija puede volver
a ser niña. Esto es solamente un ejemplo.
Este es el primer principio básico: Todos los que pertenecieron pertenecerán
siempre. Ellos tienen el mismo derecho al reconocimiento.
Muchas enfermedades tienen que ver con que la enfermedad representa a una
persona excluida.
Aquí podemos ver que la constelación familiar es un movimiento que tiende a la
conciliación, para que lo separado pueda volver a unirse. Este es un principio
básico.                                                                                       

  Berth Hellinger

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