Hay un movimiento fundamental de la vida que vuelve a unir
lo que estaba separado. Para ese movimiento una sola vida no alcanza. Ese
movimiento transcurre a lo largo de varias vidas. Por ejemplo, esto que
hemos visto aquí, no se cierra en una sola vida. Tampoco puede ser
traspasado a otro para que lo ponga en orden.
Ese movimiento que, tal vez, durante el transcurso de varias
vidas pone algo en orden es el karma. Si alguien en su vida le
escapa al amor y a las consecuencias de sus actos, de manera que en lugar de ir
y poner algo en orden con amor se da vuelta y deja que sean otros los que
se hagan cargo por él -sin que ellos sepan porque, el karma por
decirlo así se desplazará a la próxima generación. Las cosas serán puestas
nuevamente en orden en un proceso infinito.
El karma es un movimiento del amor. Al final de ese
movimiento todos son iguales, todos tienen el mismo destino y el mismo
cumplimiento del destino.
Podemos ver el trabajo del karma en familias en las que de generación en generación algo se repite sin que se llegue a
una solución y donde el amor triunfa recién después de muchas generaciones. Es siempre el amor en el cual yo de una u otra manera le
quité la vida a alguien, de modo que él se convirtió en mi víctima, y que
yo se lo cargué a otros. Ellos lo llevan consigo hasta que al final yo
arribo a la misma situación que aquel de cuya vida fui culpable. Entonces, de
pronto somos iguales en el destino y encontramos el amor, un amor mutuo
al final de un ciclo que de esa manera puede llegar a su fin.
Sobre el karma Sai Baba dijo una bella frase: "El amor
termina con todo karma." El amor termina con el karma ahora mismo.
Cuando nos referimos aquí a la vida, a la vida lograda, se trata
Cuando nos referimos aquí a la vida, a la vida lograda, se trata

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